El Sphagnum magellanicum es un musgo endémico de la Patagonia chilena que ha despertado interés por su alto contenido en fibra vegetal, antioxidantes naturales y compuestos bioactivos. Sin embargo, para que sus beneficios lleguen al organismo sin riesgos, debe ser procesado científicamente antes del consumo. A continuación, detallamos las formas correctas de consumirlo:
1. Suplemento en cápsulas vegetales (Vcaps)
Es la forma más segura y recomendada. Contiene el musgo seco y molido, sin aditivos ni excipientes. Su procesamiento conserva los nutrientes naturales y garantiza una dosificación precisa.
2. Polvo deshidratado (en investigación)
Aunque aún no está ampliamente disponible, el uso de polvo de musgo deshidratado podría facilitar su inclusión en batidos o alimentos funcionales. Requiere regulación estricta y validación científica para evitar contaminaciones.
3. Infusiones o extractos líquidos
No se recomienda de forma artesanal. Para que los principios activos estén presentes, se deben extraer bajo condiciones de laboratorio con control de temperatura, concentración y pureza.
⚠️ El musgo crudo no debe consumirse directamente del entorno natural. Su estructura es fibrosa, puede contener microorganismos y no es digerible en su forma original.
Recomendación diaria:
Dos cápsulas de 120 mg, acompañadas de abundante agua y una dieta rica en fibra vegetal, mejoran la biodisponibilidad y potencian el efecto digestivo.
